martes, 25 de agosto de 2009
El tango, la música por excelencia del Río de la Plata, no es más que la conjunción de expresiones de un siglo que nacía: el XX. Los inmigrantes que se asentaron a las puertas de Buenos Aires, aunque habían llegado para poblar el país, se quedaron en la orilla, cantando su nostalgia. De ahí, el tango recoge esa esencia melancólica que lo caracteriza y que toma vida propia cuando se incorpora el bandoneón, con su sonido lastimero. Pero antes de la llegada del “fuelle” los conjuntos primitivos del tango se componían de guitarra, flauta y violín. Sus primeras melodías no tenían letra, y las primeras letras, refl ejaban el anhelo sexual de los intérpretes, que tenían en los prostíbulos su escenario asegurado. Todo esto hizo del tango una expresión marcadamente masculina en música y baile

Trío Canyengue nace con la idea de recuperar el tango con la sonoridad primigenia del género. Tomamos un amplio repertorio para reinterpretarlo con una de las formaciones básicas del incipiente estilo: el de la “Guardia Vieja” Incluimos la voz, como instrumento que más que cantar, cuenta; y recuperamos estilos que se tomaban del folklore tradicional, en esa melange de las primeras épocas. Porque consideramos que la mujer ha tenido y tiene mucho que decir en una manifestación en la que, aun estando presente, pocas veces ha sido en primera persona,... va por todas ellas.